Escrito por Emilio Serrano
Última actualización el 20 Septiembre 2019
Los niños son, según la OMS, uno de los grupos más vulnerables a los efectos nocivos del ruido. Entre otros, daña su rendimiento y su bienestar. El estruendo lo combatinos en las aulas enseñando a las nuevas generaciones a ser más silenciosas El ruido en el centro también afecta a los docentes, quien se ven obligados a subir la voz (lo que provoca las clásicas afonías) y a repetir mensajes, aumentando así su fatiga y nerviosismo.
El Centro ha adquirido unos semáforos de ruidos que consiste en un sistema de luces y sonido de fácil comprensión y uso. El semáforo tiene un regulador de decibelios el cual se ajusta según el nivel de ruido que quieres controlar, un nivel mas bajo hace saltar antes al semáforo y un nivel mas alto.
Con los colores típicos de un semáforo:
· El verde indica el nivel de ruido adecuado
· El naranja alerta de que éste comienza a superarse
· El rojo avisa de que se ha transgredido y que se ha de bajar el volumen. Si se desea, en este caso, se activa una alarma sonora.
Los hemos colocado en el pasillo de subida a la escalera y está teniendo un resultado asombroso en la subida a las aulas.
En casa debemos apoyar también estas iniciativas para regular el volumen de nuestros hijos, y a que España es uno de los paises con un nivel de ruido superior a la media Europea.