Los niños son, según la OMS, uno de los grupos más vulnerables a los efectos nocivos del ruido. Entre otros, daña su rendimiento y su bienestar. El estruendo lo combatinos en las aulas enseñando a las nuevas generaciones a ser más silenciosas El ruido en el centro también afecta a los docentes, quien se ven obligados a subir la voz (lo que provoca las clásicas afonías) y a repetir mensajes, aumentando así su fatiga y nerviosismo.
El Centro ha adquirido unos semáforos de ruidos que consiste en un sistema de luces y sonido de fácil comprensión y uso. El semáforo tiene un regulador de decibelios el cual se ajusta según el nivel de ruido que quieres controlar, un nivel mas bajo hace saltar antes al semáforo y un nivel mas alto.
Con los colores típicos de un semáforo:
· El verde indica el nivel de ruido adecuado
· El naranja alerta de que éste comienza a superarse
· El rojo avisa de que se ha transgredido y que se ha de bajar el volumen. Si se desea, en este caso, se activa una alarma sonora.
Los hemos colocado en el pasillo de subida a la escalera y está teniendo un resultado asombroso en la subida a las aulas.
En casa debemos apoyar también estas iniciativas para regular el volumen de nuestros hijos, y a que España es uno de los paises con un nivel de ruido superior a la media Europea.
Un equipo docente, unido, preparado y motivado junto con una gran infraestructura tecnológica, son los responsables de crear un ambiente idóneo para mejorar los resultados de nuestros alumnos.
Los blogs creados por nuestros profesores, así como esta página web, pone en contacto a todos los miembros de nuestra gran comunidad educativa.
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