Queridos niños y niñas:
Espero que estéis todos bien. Hoy me dirijo a vosotros para contaros que es un día muy especial para mí, ya que hoy es el Día Mundial de la Enfermería. ¿ Sabíais que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el año pasado este 2020 como el año de las enfermeras y matronas? Pues sí, este es nuestro año. Al igual que muchos de mis compañeros y compañeras, nos imaginábamos este 2020 de otra manera, pero nos ha tocado vivirlo de otra forma. Todos conocemos a alguien, somos nieto/a, hijo/a ... de alguien que ha padecido COVID19. Por eso, aprovecho este día para recordaros que debéis seguir haciéndolo igual de bien que hasta ahora, siguiendo con la higiene de manos, poniéndoos vuestras mascarillas, saliendo a la calle sólo una vez al día, manteniendo la distancia de seguridad...Entiendo que todos tenemos muchas ganas de vernos, de estar con nuestros amigos, con la familia que tenemos lejos o no tan lejos pero no podemos bajar la guardia, porque aún tenemos el virus cerca y tenemos que protegernos a nosotros y a las personas que tanto queremos.
No quiero acabar sin deciros que os echo de menos a todos, anhelo el momento de volver a ver esos pasillos llenos de niños y niñas felices.
Os dejo un fragmento de un relato que me gusta mucho, se titula "La mejor enfermera" y lo escribió Paula García Quirós, una compañera de un pueblo de Granada
"Tengo una teoría. Todas las profesiones tienen un olor. La mía huele a sonrisas. Mucha gente dice que mi profesión huele a hospital, a anestesia, a suero, yo, a pesar de todo eso sigo firme en mi idea de que huele a sonrisas. Soy la calma antes de una operación, soy la mirada cómplice tras las malas noticias, soy madre e hija, soy la confidente e incluso la consejera, soy un “no va a doler nada, lo prometo”, en resumen, soy enfermera."
Un abrazo enorme
Patricia, vuestra enfermera