Los Padres Hacen Novillos en la Escuela

Según un estudio, sólo uno de cada diez progenitores participa de forma activa en la escolarización de sus hijos. Aquellos escenifican un divorcio con los docentes que lastra la educación de sus hijos.

No hay nada peor para la formación de un niño que aquella situación en la que sus padres lo aparcan en el colegio, desentendiéndose de lo que allí sucede hasta que llegan las notas. Y, sin embargo, es un fenómeno que crece sin freno. Desde 1995 el porcentaje de familias implicadas activamente en las asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPAs) ha pasado del 56% al 22%, según el Ministerio de Educación.

De hecho, los especialistas hablan de que el éxito en el rendimiento esocolar depende un 30% del entorno social, en un 20% del centro educativo y hasta en un 50% de lo que se capaz de aportar el entorno familiar. Con estos datos, no es de extrañar que en Europa, sólo Portugal y Malta superen la tasa de abandono escolar del España durante el Bachillerato.

Según el pedagogo Ángel Miranda, el problema que ha surgido en los últimos años es que los padres ven la escolarización de sus hijos como un servicio: "Actúan con respeto a la escuela como si fuera un hotel o un restaurante, llevan al niño y, si el servicio es bueno, se desentienden"

Miranda comienza a reclamar que los padres "se pringuen" en la educación que han elegido para sus hijos. Pero, sobre todo, es necesario mejorar la comunicación para que los hijos no "jueguen al escondiete entre profesores y padres".

Los docentes normalmente ven como una ventaja para su trabajo la participación de los padres. La clave está en concienciar a toda la sociedad de que, si las familias no se implican, "será complicado avanzar".